Regímenes de apoyo y comercio y pautas de la producción agroindustrias.




    Las políticas alimentarias y agrícolas nacionales y las políticas de comercio internacional son un factor determinante de la división internacional del trabajo y la distribución geográfica de la producción agrícola y agroindustrial. Es imprescindible realizar estudios sobre las perspectivas de los mercados nacionales e internacional de productos alimenticios y agrícolas para adoptar las decisiones sobre los marcos de política que permitirán a los productores y fabricantes mejorar su competitividad y aprovechar las oportunidades del mercado.

    Tienen también importancia decisiva las políticas que influyen en los precios de los insumos y productos tanto para los productores, como para los fabricantes y consumidores. Por ello, se prestará atención a las políticas relacionadas con los impuestos, subvenciones, apoyo directo a los precios y aranceles, a plazos corto y largo.

    Los responsables de las políticas se enfrentan con la tentación de ofrecer incentivos o un trato preferencial a las industrias que suministran insumos o a los productores, fabricantes o consumidores finales de los alimentos. Estas intervenciones de política pueden adoptar distintas formas: desgravaciones fiscales a los productores de insumos y productos, subvenciones de los precios de los insumos o los alimentos, precios subvencionados para los productores a niveles relativamente altos, aranceles protectores u otras barreras comerciales internacionales. Antes de adoptar este tipo de medidas es preciso analizar atentamente su sostenibilidad, ya que la historia está llena de ejemplos de consecuencias desastrosas provocadas por la eliminación repentina de tales medidas preferenciales.

    Es importante que las políticas aplicadas en todos los niveles de los sistemas de producción y elaboración de alimentos sean compatibles y conduzcan a la misma meta. Las intervenciones de política, ya sean impuestos, subvenciones, apoyo o aranceles, deben generar beneficios netos para la sociedad.

    Un aspecto importante de las políticas de protección agrícola es el fenómeno de que los aranceles de los productos agrícolas elaborados son generalmente más altos que los aplicados a sus productos básicos primarios. Esta diferencia de aranceles entre el producto elaborado y su correspondiente producto primario se suele designar como progresividad arancelaria. Desde hace muchos años los países en desarrollo han señalado la progresividad arancelaria como una importante cuestión relacionada con el acceso al mercado y un obstáculo notable a sus esfuerzos por establecer industrias de elaboración.

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